Cuando los estudiantes apredan cómo regular la atención, los emociones y el comportamiento, funcionan mejor en la escuela, experimentan menos problemas de la disciplina, y desarrolla la resiliencía para contrarrestar los efectos negativos del estrés y la ansiedad. Cuando los instructores practican con sus estudiantes, reportan una disminución del 43% en sus niveles de estrés que les ayuda a reconectarse con su amor por la enseñanza. Estamos en un momento crítico con la educación en los Estados Unidos. Disminución de los puntajes de las pruebas, altas tasas de deserción escolar y menos competitividad global durante las últimas décadas subrayan la gravedad de nuestros desafíos educativos. Incluso con recientes avances en algunas categorías académicas, muchos de nuestros niños no están preparados para navigar con éxito la fuerza laboral del siglo 21.
Los niños que participaron en este tipo de entrenamiento de la atención plena demonstraron un mejor enfoque, mayor creatividad y rendimiento académico, menos estrés y comportamientos prosociales consitentes. Reforstar estas habilidades de autorregulación a tráves de la capacitatión de la conciencia consciente predice el rendimiento escolar en la lectura y las matemáticas mejor que las puntuaciones de IQ. La conclusión es que estudiantes conscientes mejoran los grados, calificarse a sí mismo como más feliz/contento, y mejoran sus abilidades a llevarse bien con sus compañeros, instructores y miembros de la familia. Los problemas de disciplina disminuyen durante que suban el rendimiento y el sentido de communidad.